MISION

Quisiera ser de todos los caminos
andante infatigable.
No tener al alcance brújulas ni relojes,
solo norte para esta mi alma aventurera.

Hacer del tiempo el lazarillo fiel
que me lleve por senderos,
donde el amor a lo bello e ignoto,
me sorprenda en cada recodo de la vida.

Vivir las miradas del mundo
en sus amaneceres y atardeceres,
y poseerlas convertidas en poesías.
Consolar lágrimas de tristeza y abandono
mientras dibujo sonrisas cristalinas
en las caras límpidas de los inocentes.

Caminar entre montañas hermanas
de velos blancos y panzonas;
y por costas lejanas de lagos y mares
donde me saluden ondas indomables
llegadas desde todos los rincones.

Descansar plácido en alguna ribera
bajo el infinito manto estrellado,
mientras humilde admiro
la insondable grandeza de lo creado.

Y sentir, callado y trémulo,
como mi alma se enaltece
con el cálido soplo del espíritu.

¡Vivir agradecido
por lo aprendido y lo amado!

Y cuando sea el momento
de subir la última grada,
guardar mis sandalias añejas
curtidas por el polvo de las veredas.

Y determinado y satisfecho

partir hacia el horizonte infinito,
con la mirada limpia,
la conciencia en paz y el corazón tranquilo.