A: Laura Quiros H. - In Memoriam
¿Alguna vez te has soñado bailando
en los anillos corpusculares de Saturno,
o al sinfónico compás de la celeste elipse
de asteroides, centauros y cometas?
¿Te has aventurado a llorar o reir
mientras las constelaciones
se disipan en la bruma del amanecer?
¿Alguna vez has besado al viento
mientras te acaricia el cabello,
o cuándo esculpe con motas de nieve
las líneas desafiantes de tus alas?
¿Te has abandonado, alguna vez,
a los ritmos cadenciosos de una melodía?
¿Al murmullo hipnótico del mar
o al balanceo de las hojas multicolores en otoño?
¿Has abrazado al silencio
cuando se refleja en el espejo de tus ojos?
¿Has pensado en la osadía de lo imposible
y germinado junto a las flores de las veredas?
¿Has abandonado tus esquemas de humano
y navegado por las profundidades del espíritu,
por los misterios de tus raíces y orígenes
y en los laberintos infinitos de tu conciencia?
¿No dejar que tus tazas se llenen de ruidos
ni se desborden incontrolables y confundidas?
¿Dejar que tu imaginación llene tus cimas
y no mirar a los lados ni a las esquinas?
¿Acaso no es cierto que el dolor del deseo
se diluye con la resurrección de la mañana;
o qué tu jornada es más fructífera y placentera
cuándo, inconsciente, te dejas llevar por la marea?
En fin…
¿Alguna vez te has dejado amar
bajo el rítmico brillar de las estrellas?
mientras las constelaciones
se disipan en la bruma del amanecer?
¿Alguna vez has besado al viento
mientras te acaricia el cabello,
o cuándo esculpe con motas de nieve
las líneas desafiantes de tus alas?
¿Te has abandonado, alguna vez,
a los ritmos cadenciosos de una melodía?
¿Al murmullo hipnótico del mar
o al balanceo de las hojas multicolores en otoño?
¿Has abrazado al silencio
cuando se refleja en el espejo de tus ojos?
¿Has pensado en la osadía de lo imposible
y germinado junto a las flores de las veredas?
¿Has abandonado tus esquemas de humano
y navegado por las profundidades del espíritu,
por los misterios de tus raíces y orígenes
y en los laberintos infinitos de tu conciencia?
¿No dejar que tus tazas se llenen de ruidos
ni se desborden incontrolables y confundidas?
¿Dejar que tu imaginación llene tus cimas
y no mirar a los lados ni a las esquinas?
¿Acaso no es cierto que el dolor del deseo
se diluye con la resurrección de la mañana;
o qué tu jornada es más fructífera y placentera
cuándo, inconsciente, te dejas llevar por la marea?
En fin…
¿Alguna vez te has dejado amar
bajo el rítmico brillar de las estrellas?
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