Diluvios y huracanes,
drama y tragedia se ciernen
sobre estos mares de cemento y acero.
El sol, temeroso,
se ha refugiado en el horizonte
mientras el mundo agoniza
impotente en el aquí y el ahora.
¡Testigo es este presente expectante
de un destino en misteriosa calma!
Es un momento de silenciosa resignación
que libera el alma santa de los elegidos.
Y por un breve instante,
en esta noche granulada,
de la nada brota
No hay comentarios:
Publicar un comentario