Powered By Blogger

sábado, 19 de enero de 2019

EL VISITANTE

Se quedó frente al mar.
Viviéndolo. Respirándolo. 

Sintiéndolo desde las blancas mañanas
hasta los tibios y teñidos atardeceres.

Después, durante las noches,

alzaba la frente y cerraba sus ojos,
como orándole a las lejanas estrellas
que lo llenaban de ausencia y melancolía.

Día a día. Y con los días los meses,

y con los meses los años.
Se convirtió en estatua
- fundiéndose con la arena -
mientras se plateaban mis sienes.

¡Cómo si el tiempo no lo alcanzara;

como si ninguna dimensión existiera!

Hasta que un día azul ya no estuvo más

y el mar se quedó mudo y solitario.

Se fue como vino:
de improviso y en silencio
y con un soplo de misterio en sus alas.

¡Solo dejó una tenue estela dibujada

en el cristalino palpitar del firmamento...!



Puesta Del Sol, Dinamarca, Mar

No hay comentarios:

Publicar un comentario