primigenio impregnó de latidos
nuestras existencias.
Desde que compartimos
Desde que compartimos
nuestros sueños y aceptamos
todos nuestros posibles finales.
Tu y yo,
desde nuestros inicios y desde
Tu y yo,
desde nuestros inicios y desde
todos nuestros siempres y nuncas,
hemos aprendido a sobrevivir nuestros
recurrentes conflictos existenciales...
¡...Y a un amor tan irreverente
como real, adictivo y trascendente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario