festejábamos el encuentro
de mi tristeza y tu ausencia.
Mis brazos alares y cóncavos
te cubrían de desnudez y tiempo
cuando enamorados te abrazaban.
Tú venías de tu mundo paralelo,
de celeste y arcoíris,
en búsqueda de mis besos rendidos.
Y no regresabas a tus lejanías
- refugio y castigo -
hasta que no se secaran tus lágrimas
con el estío de la mañana.
Juntos, entre imágenes y suspiros,
construíamos altares blancos
a las caricias que la vida nos robaba.
Y al partir...
yo me llenaba de anhelos
y tu de angustias y recuerdosmientras iniciábamos
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