Los átomos de carbono, insertos en el ADN de toda manifestación de
vida en este planeta, fueron sintetizados en el corazón ardiente de
gigantes estrellas primigenias que desaparecieron, en gigantezcas supernovas, antes de que naciera
nuestra estrella madre.
El proceso se ha venido repitiendo a
escala cósmica desde el momento posterior a que el primer rayo de luz alumbrara un
universo recién nacido, profundamente obscuro, lleno de hidrógeno y helio, sumamente ardiente
aún y en expansión desenfrenada, hará ya unos 13.8 mil millones de años.
Un proceso que nuestra inteligencia y asombro ha ido descifrando a lo largo de toda
nuestra historia, y que nos ha llevado a comprender que el mismo obedece
a leyes físicas inmutables y exactas - tanto de la gravedad como en sus niveles
cuánticos - así como a la ley inmisericorde del monolítico ciclo
vital cósmico: nacimiento, secuencia principal, decadencia y muerte.
Esta perfección con la que funciona nuestro universo, me ha llevado a
preguntarme ¿Cómo poder entender esta extraordinaria
creación si solo aceptamos la casualidad o el azar como el hecho generador único?
¡La respuesta, más allá del sobrecogedor asombro que nos causa observar
tanta grandiosidad y belleza, hay que buscarla en cada uno de nosotros mismos porque, incuestionablemente, somos seres hechos de polvo de estrellas y herederos y poseedores del espíritu de esta infinita consciencia universal!
Sitio de cultura general en el cual se publicarán ideas, opiniones y conceptos personales sobre una gran variedad de temas.
sábado, 28 de octubre de 2017
viernes, 20 de octubre de 2017
HOMO SAPIENS
El homo
sapiens moderno,
el que hoy
camina el planeta
vestido de
cultura y civilización,
es aquel que ha perdido el sentido
del balance y la proporcionalidad.
Ha creado
una profunda disyuntiva
entre sus
necesidades espirituales
y sus infinitas exigencias materiales.
Ha construido
una sociedad
que se
alimenta de la intolerancia,
el materialismo
y la inmediatez,
convirtiéndola
en un tejido confuso
sea de resentimientos o de vanidad.
El homo
sapiens moderno,
sordo a la
voz de su conciencia
y entregado
al torbellino de su hedonismo,
prefiere no
luchar por la luz de la primera
pero sí
satisfacerse en lo efímero de lo segundo.
Este homo
sapiens - nosotros -
es cada vez
más vano y vacío
y menos
empático y altruista.
Se llena de
oportunismo ante el sufrimiento
y de
hipocresía y soberbia ante la miseria.
Es iracionalmente indiferente
ante el drama que habrá de pagar
para renacer de su vacuidad
ante el drama que habrá de pagar
para renacer de su vacuidad
y sobrevivir a su vana insensatez.
¡Prefiere la
ilusa
y momentánea etiqueta del "tener"
y momentánea etiqueta del "tener"
a la difícil tarea
de construir la escultura del "ser”!
de construir la escultura del "ser”!
martes, 17 de octubre de 2017
ALMA LIBRE
No fue una súplica
la que rompió mis cadenas,
ni una lágrima
la que lavó mis tristezas.
No fue la voz de un desposeído
la que clamó en los desiertos,
ni la mirada de un vencido
la que imploró por clemencia.
Era una brisa que me abrazaba
mientras florecían victoriosas
las violetas en mis jardines;
perfumando de esperanzas
cada uno de mis pensamientos.
No fue una voz anónima en la noche
la que imploraba o lloraba:
¡Fue el regocijo del alma ya libre
que rauda huía de la carne y la sombra!
Comprender que el final de una vida
es una luz de menos en el universo;
y que ha valido el peso de una pena
la justicia de sonreír de nuevo.
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