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lunes, 8 de julio de 2024

MI PATRIA

Mi patria no es solo
el Reventazón o el Virilla,
el Tempisque o el Térraba,
o Chira, Cocos, Venado y Calero.
Mi patria no es solo
San José o Puriscal,
Puntarenas o Nicoya.

Mi patria no es solo el Zurquí,
ni las llanuras sancarleñas,
ni los balcones bohemios y vetustos
del Barrio Amón o el Club Unión.

Mi patria no es solo Sixaola
ni San Vito de Java,
ni Quepos ni Golfito,
ni Paso Canoas
ni Peñas Blancas.

¡Mi patria es mucho más
que lugares y nombres!

Mi patria no es solo la tierra
donde lloré por primera vez,
donde amé por primera vez
y donde dormiré por última vez.

Mi patria no es solo
el lamento o la desconfianza
del bribrí, el cabecar,
el cholo o el guaymíe.
Ni el patuá del negro caribeño,
el "uyuyui bajura" del sabanero,
el silencio burlón del cartago
o la alegría contagiosa del costeño.

No es solo la tristeza o el llanto
del indigente o el miserable,
ni la altanería o la prepotencia
del poderoso.
Ni el tugurio intimidante
y hoguera de conciencias,
o el barrio exclusivo
protegido por gendarmes,
por murallas y alambradas
de navajas o electrificadas.

No es solo
la opaca casa de cristal,
el laberíntico palacio azul,
el fortín, el valle central
ni los “malls” y "out-lets"
que brotan como plagas.

Ni el Festival de la Luz
o la fresca brisa decembrina.
Ni las heridas que se arrugan
y enquistan en la indiferencia,
en la miseria y el hambre
o en los clichés y refugios
del “pura vida”
y la “Suiza centroamericana”.

Mi patria no es solo
el malecón que vigila
al mar infinito y misterioso,
o el volcán que imponente
se eleva hasta un cielo
azul y prístino;
o el río impetuoso
que moldea las montañas
y desafía la humana osadía.

Mi patria es mucho más
que tiempos y recuerdos,
pasados, presentes y futuros,
gentes y costumbres,
amores, envidias y odios.

Y mi patria no es solo
una democracia enferma,
ni una libertad confusa
y llena de remiendos.
Democracia y libertad
a las que hemos ultrajado
y abusado sin reparo ni castigo.

¡No… !

Mi patria es todo este compromiso
para con su gente, sus generaciones
y sus descendientes;
por su mar, su cielo, su luna,
sus ríos, sabanas y montañas.
Mi patria es el resplandor
y la intensidad de toda esta tierra.
Es la generosidad y la hospitalidad
que reclaman honestidad y trabajo.

Mi patria,
esta que llamo mi patria,
es todo esto y mucho más.
Es mucho más que la suma
o la resta que llena o vacía
un insano y falso nacionalismo.
Mi patria es un todo
vertido en indomable amor
que obliga y respeta,
que vive y se alimenta todos los días
de todas - y otras no dichas-
estas pinceladas.

Es la madre cobijada,
y que nos cobija,
con la sábana multicolor
del blanco, azul y rojo.

¡Mi patria
es una sola promesa,
un solo destino,
una sola obligación,
una sola lucha,
un solo amor
y un solo nombre!


¡Mi patria, toda,
se llama Costa Rica…! 




domingo, 23 de junio de 2024

LA ODISEA DEL EGO

 

He detenido mi reloj varias veces

para alejarme de las hojarascas de la rutina.

Para sentarme y ver las olas del hoy

ir y venir rítmicamente... sin detenerse.

 

Para dejar que el viento del hoy

acaricie mi piel y se enrede en mi cabello.

Para meditar en acogedor silencio:

no para descubrirme sino para reencontrarme.

 

En algún lugar o recodo de la vida

varias veces dejé olvidada mi conciencia.

Pero, cuando me di cuenta,

estaba llamándome a gritos desde el espejo.

 

No voy en periplos ocasionales

con el fin de descubrir mi “yo”

- de ese ya tengo una buena idea de cómo es -

sino en una búsqueda existencial

para redefinir orígenes, valores y mi presente.

 

¡Esas han sido las grandes odiseas de mi vida:

las reiteradas aventuras y batallas

de enfrentar y derrotar un enemigo como el ego!


Algunas, lo confieso,

dolorosamente las perdí.

Pero las más las gané

tras largas horas de remordimiento.


¡... Y así pude reencontrarme 

- al fin - 

con la paz que brota de la reconcilición y el perdón...!

 

 

 

jueves, 14 de marzo de 2024

MUJER PUNTARENENSE

Tu piel es de costa

y de misterioso estero

que acaricia los manglares.

De soledad, clamor

y honda espera.

Tu piel es de tiempo

de nostalgias y anhelos.



Tu corazón es de arena

y cargado del hierro

de incandescentes forjas.

Tus manos son mares

de anchas caricias

y tu alma es viento y playa

de calmas y tormentas.



Tus miradas son espejos

de incontables estrellas,

y tu búsqueda el universo

que se refleja en tus pupilas.



Eres el silencio

de los volcanes hundidos,

el murmullo

de las islas naranja de los atardeceres;

y el celeste horizonte

de la esperanza y la redención

que reta las proas audaces

del sufrimiento y el pecado.



Eres soldado, muralla

e inclaudicable lucha...

Eres bastión y resurrección

sobre los que se reconstruye

el mejor futuro de Puntarenas.