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lunes, 16 de julio de 2018

BABYBOOMERS


“Para todos nosotros los babyboomers"


I

Teñimos de sudor,
de lágrimas y sangre
las infinitas llanuras,
las húmedas selvas
y los humeantes pueblos
donde sembrábamos sueños,
cosechábamos primaveras
y parimos conciencias.

¿Y nuestra juventud?
También vibraba en las trincheras.

II

Cantamos melodías
llenas de mensaje y cadencia.
Y nuestras voces,
de las que aún resuenas sus ecos,
son testigos de las luchas,
amores y silencios
que se engendraron en nuestros tiempos.

¿Y nuestra juventud?
También hurgaba en sus cimientes.

III

Tallamos banderas soberanas
donde el agua de las mesetas
- aún prístina y libre -
reposaba azul y profunda.
Donde el correr de los ríos,
siempre caudalosos bajando
desde la cumbres misteriosas,
preñaba las riberas y los valles
de pertenencias y orgullos.

¿Y nuestra juventud?
También se levantaba sobre tumbas
y lagunas.

IV

Esculpimos un mundo
al ritmo de quenas y guitarras
que redoblaban por nosotros
y lloraban por nuestros muertos.
Y lo llenamos de ideas y caras,
de futuros y preguntas,
de génesis y renacimiento,
de espíritu, símbolos, flores, eslabones
y de colores, estrellas y horizontes.

Escribimos - inspirados -  la aventura
de nuestros años jóvenes y rebeldes.
Y nuestras letras, canciones y poesías,
que aún perduran disimuladas 
en las pasajeras modas,
son los milagros de frescura aún escritos
en las nieves de nuestras orgullosas sienes.

¿Y nuestra juventud?

¡Aún es sangre,
aún es vibrante,
aún es trascendencia,
aún es compromiso,
aún está viva
y siempre será lucha,
camino y pasión ...!

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viernes, 13 de julio de 2018

ADIOS A LA MUSA



I

 

Caminas lento con alma plena

de infinitos.

Con ojos límpidos, cabellos sueltos

y con pasos libres y cadenciosos.

 

De frente al mar que suavemente

murmura su canción de hipnosis y éxtasis;

mientras el atardecer indolente,

que te acaricia con claroscuros,

se tiñe de pinceladas rojas y naranja.

 

No sé si llamar tu nombre

o dejarte ir con el silencio,

liberándome de esta cadena erótica

que une mi imaginación y tu certeza.

 

¡Y dejar morir este ardor

en el altar de tu inocencia!

 

II

 

De frente al destino,

y de espaldas al cristal tenue

de mis retinas llenas de nostalgia,

te desvaneces lenta de mi presente,

de mis ayeres, de mis esperas,

de mis angustias y mis anhelos.

 

Solo te alcanza

- ilusa -

mi sórdida lejanía

al dibujar tu imagen

con desnudo y suave verso.

 

La despedida ha roto

esta danza adicta entre tú,

mi musa primaveral y serena,

y esta poesía que me agobia.

 

III

 

Ya la tarde, que no espera,

te envuelve etérea

con su soplo de misterio y tristeza.

 

Quedo mudo y absorto  

bajo las tenues sombras de los tamarindos,

mientras la luna otoñal asoma su sonrisa

entre pinceladas rojas y naranja:

 

¡La soledad enésima se anuncia

en los murmullos quietos de la pleamar!