Se suceden,
a pedacitos de tiempo,
los minutos, los días
y, tras ellos, la vida.
a pedacitos de tiempo,
los minutos, los días
y, tras ellos, la vida.
Con cada suspiro dejado
a lo largo de la vereda,
se deshoja una huella,
una lágrima o un recuerdo.
a lo largo de la vereda,
se deshoja una huella,
una lágrima o un recuerdo.
Cada latido,
cada sonrisa, cada mirada,
cada error y cada beso
celebrando su paso.
¡Bienvenidos sean
los peregrinos!
cada sonrisa, cada mirada,
cada error y cada beso
celebrando su paso.
¡Bienvenidos sean
los peregrinos!
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