NOCTURNO

I

Heme acá,
bajo otra noche silenciosa,
desempolvando memorias.

Invadido de nostalgias,

ayeres y anhelos.

II

Esta vida ha sido
una búsqueda infatigable
de tu mirada y tu presencia.

Este agobiante silencio,
que se me incesta en el alma
atemporal e infinito,
tristemente me lo recuerda.

III

En esta noche sin luna
y cargada de ojos cristalinos,
tu ausencia se me impone
dolorosa, fría y severa...

FELICIDAD

¡Qué felicidad
cuando brindas conmigo,
cuando bailas conmigo,
cuando hablas, cuando ríes
y cuando amas y lloras conmigo!

¡Qué felicidad
cuando eres conmigo
y soy contigo!

¡Qué felicidad
cuando somos;
y cuando, día a día,
construimos
un mismo destino!

¡Qué felicidad,
mujer,
porque existimos!

EXISTENCIAL

Me abrazo a ti,
mujer,
porque eres infinita.

Me abrazo a ti,
mujer,
porque eres eterna.

¡Me abrazo a ti,
mujer,
porque eres esperanza
infinita y eterna...!

NOCTURNO II

Noche de fantasmas
flotando desnudos
entre brumas y silencios.

Gélidos nidos
de cigarras mustias.
De cielos tenues,
de trigos y escarchas.

Noche fría y otoñal
de menguante luna,
con su sonrisa plácida
anclada al firmamento.

¿Acaso un burlista guiño

cómplice de mis recuerdos?

AMO

Amo
tu indómito valor
de amarme.

Amo
como inventas mi nombre
cada vez que me llamas.

Amo
tus caricias en mi piel
y como coloreas la vida
con tu mirada.

Amo
tu silencio y tu palabra,
cuando callas y susurras
en invierno y en verano.

Amo
tu presencia que llena
y tu lejanía que ancla.

Y te amo
porque eres amante
y perenne compañía...

PRESENTE ETERNO

¡Despertar!

Y bajo un cielo infinito
sentir el espíritu volar
en las alas de un suspiro,
que impoluto emana,
desde una mística conciencia...

¡Renacer!

Y plenamente ser en un universo
que se inventa y renueva a sí mismo
en la evolutiva certeza y probabilidad
de su continuo existir...

¡Vivir!

En cada instante sublime
en el cual todas las huellas,
de cuanto alguna vez ha sido,
se manifiestan unísonas
en un presente constante y eterno...

¡... y fluir,
y devenir,
y trascender
y siempre ser...!